¿Quieres encontrar algo en especial?

Translate

jueves, 17 de agosto de 2017

Detrás de la verdad (parte 1) I Relato propio.

Por ahí viene. Se le ve cabreado… Con la bonita cara que tiene, es una lástima. Sé que me odia ahora mismo, lo sé yo y todos los que estamos aquí.

Algunas miradas valientes se posan en él y saltan a mí una y otra vez. ¿Qué esperan que ocurra? Esto no es una película, no voy a ir corriendo a suplicarle perdón mientras lloro gritándole lo mucho que le necesito… (Puede que mi yo del pasado se lo planteara más seriamente, pero ya no). Ni él vendrá a abrazarme asegurando que ya pasó todo porque no puede estar más tiempo sin mí. Otros disimulan, tratan de seguir sus conversaciones fingiendo no darse cuenta de la tensión del ambiente. Mi propia respiración sale a trompicones… Es algo que aún no he sabido controlar.

Cuando ya a penas le quedan unos pasos para llegar saluda a todos. – Hola, ¿qué tal? – Un simple movimiento de brazo al que la gente responde con distintos “hey”, “¿qué pasa?”, “hola”…

No me mira… Nada, ni un simple movimiento de ojos. ¿Seré la única en darme cuenta? Eso espero, ya es bastante vergonzosa la situación como para empeorarla… Eso es lo único que me frena de salir corriendo y llamar más la atención.

¿Tanto la cagué esta vez?

Evito mirarle directamente, no quiero sentirme más rechazada aun…

Estoy debatiéndome entre distintas formas de saludarle que no me hagan quedar peor de lo que ya estoy cuando noto un ligero apretón de mano. Miro a mi izquierda y veo como mi mejor amiga me sonríe con empatía y lástima. Odio que sientan lástima por mí. Pero supongo que en esta situación es lo que provoco. Niego disimuladamente con la cabeza tratando de fingir que estoy bien. Es obvio que no es cierto.
En realidad nadie sabe que ocurrió… Solo que me odia.

Le oigo reír suavemente y de forma automática mis ojos se clavan en él, llevaba tiempo sin oírle reír. Pero se ríe con ella. ¿Por qué me hace esto? Intento tragarme el nudo que se me hace más y más grande en la garganta, pero a cada segundo es más y más difícil. Veo como Emma se apoya en su hombro mientras le hace reír de nuevo y sin darme cuenta aprieto la mano de Adri más fuerte. Ella me devuelve el apretón, como tratando de llevarse algo de mi peso a su espalda, y se lo agradezco profundamente. Necesito salir de aquí, me echaré a llorar en cualquier momento y me niego a que ocurra delante de todos.

-          Oye Aarón, tío, ya basta ¿no? – Todos nos volvemos hacia Cole con sorpresa.

-          ¿De qué hablas? – Pregunta el primero fingiendo inocencia.

-          Mira, de Emma me lo espero, porque siempre ha sido así de mala persona… - Asegura Cole, y antes de que la susodicha pueda protestar, este añade – Pero ¿de ti? ¿No ves que Amy lo está pasando mal? No sé que habrá ocurrido entre vosotros dos, pero no creo que se merezca tener que presenciar esto, me imagino que toda esa falsa indiferencia que  pretendes mostrar ya le está suponiendo suficiente, como para tener que ver cómo tonteas con otra delante de sus narices… - Guau… Realmente estoy sorprendida, viniendo de Cole, que se enfrente así a su mejor amigo por mí, me conmueve tremendamente.

-          No estoy tonteando con nadie, solo hablábamos – Aarón me lanza un rápida mirada y por un segundo, parece arrepentido al verme. – Y no eres quien para meterte en esto, así que mejor cállate la boca.

-          Buah… Haz lo que te de la real gana, solo te digo que esta no es la solución, y dice  muy poco de ti.

-          Pero quién – Sin embargo no le dejo seguir.

-          Ya vale. – A penas me sale la voz. - No tenéis que discutir... 
     - Mira Aarón… - Respiro profundamente antes de seguir. – No soy tu dueña, puedes hacer lo que te de la real gana… Con quien quieras – Aseguro a pesar del dolor que me provoca verle en brazos de otra. – Pero no voy a estar aquí para verlo. – Noto las miradas de todos sobre mí, necesito desaparecer ya. - Ódiame todo lo que quieras… Supongo que me lo merezco, pero no aguanto más. – Y dicho eso me doy la vuelta y comienzo a andar todo lo rápido que me permiten mis temblorosas piernas, alejándome de allí cuanto antes.

Oigo a alguien maldecir detrás de mí, pero no me paro a ver quién viene corriendo.

-          Amy espera, te acompaño a casa. – Chris se acerca corriendo justo cuando las lágrimas me desbordan por los ojos.

Freno un poco, no tiene sentido seguir corriendo. – G.gracias…

-          Ey… Yo tampoco sé que ha ocurrido, pero se ha comportado como un capullo... Ya lleva varios días portándose como uno, la verdad. No llores, anda… - Me pide abrazándome de lado mientras andamos.

-          Es impotencia… Esta vez la cagué Chris… Creo que se ha acabado…

-          ¿Qué ocurrió?

-          No – No me da tiempo a contestar.


-          Tampoco es asunto tuyo. – Oímos detrás. Nos paramos en seco. Yo dejo de respirar. - ¿Me dejas hablar con mi novia, por favor? – El corazón me da un vuelco, “novia”… Hacía tiempo que tampoco lo oía.

Chris me suelta lentamente y se gira. No sé si se dicen algo, yo no me doy la vuelta. No sé si por miedo, por orgullo, cansancio… O una mezcla de todas. El caso es que, cuando me quiero dar cuenta, unos nuevos pies aparecen en mi campo de visión.

No sé cuánto tiempo ha pasado, segundos, pero lo siento como horas… No puedo dejar de llorar, la verdad, supongo que de tanto aguantar, ahora me es imposible parar. Ninguno dice nada. Y estoy tan cansada… Solo quiero meterme en la cama y dormir hasta… siempre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario